La misma esencia del loop o bucle implica un avanzar y retroceder constante.
Como un mago develando (aparentemente) sus trucos, monta sus canciones a ojos vista con diversos instrumentos y en cada nueva repetición, cambia el sentido de armonía, ritmo y palabras. El tiempo, en este concepto sonoro, avanza en espiral.

La puesta alterna versiones in situ de su repertorio, así como obras literalmente in progress, que serán culminadas en el acto. Respetando su dogma estricto, toda la música generada será borrada inmediatamente al finalizar.

Parafraseando el “Nadie se baña dos veces en el mismo río” de Heráclito, para Buscaglia “Nadie toca dos veces el mismo acorde”.